En cualquier ciudad, en cualquier pueblo, ve a cualquier institución mental o centro de rehabilitación a la que tengas acceso. Cuando llegues a la recepción, pide visitar aquel que se hace llamar “The Holder of the End”. Un rostro que denota temor debería venir desde los empleados; serás en seguida llevado a una celda en el edificio. Estará en una profundamente escondida sección del lugar. Todo lo que oirás es el sonido de alguien hablando consigo mismo en el eco de las paredes. Es un lenguaje que no comprenderás, pero toda tu alma sentirá un terror indescriptible.
Debería parar de hablar en cualquier momento, entonces detente y rápidamente di en voz alta “Sólo estaba de paso, deseo hablar”. Si el silencio persiste, huye. Vete, no te detengas por nada, no vayas a casa, no te quedes en una posada, solo sigue corriendo; duerme cuando tu cuerpo caiga. Ya sabrás en la mañana si tu escape fue efectivo.
Si la voz en el pasillo regresa después de que dijiste esas palabras, continúa. Al alcanzar la celda lo único que verás es un cuarto sin ventanas con una persona en la esquina, hablando un lenguaje desconocido y acunando algo. La persona sólo responderá a una sola pregunta “¿Qué pasa cuando todos son reunidos?”.
La persona te mirará fijamente a los ojos y responderá tu pregunta en terrible detalle. Muchos se vuelven locos en esa misma celda, algunos desaparecen después del encuentro y unos cuantos acaban con sus vidas. Pero la mayoría hace lo peor, miran el objeto en las manos de la persona. Tú también querrás hacerlo. Estás advertido de que si lo haces, tu muerte será una con crueldad e implacable terror.
Tu fin estará en ese cuarto, en las manos de esa persona.
Ese objeto es 1 de 538. Nunca deben estar juntos.
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