jueves, 14 de septiembre de 2017

Más allá de la magia de Harry Potter - Artículos



Ya hace varios años que se estrenó la última entrega de la archiconocida serie de películas de Harry Potter, basados en la saga literaria. Atrás queda más de una década y media de siete libros y ocho películas que han obtenido récords de ventas y marcado a una generación de jóvenes. ¿Qué elementos toca su autora J.K. Rowling para haber captado el interés de millones de seguidores?

El mito del héroe: un joven mago en el siglo XXI

Cada ser humano cobija dentro de sí una imagen de lo que sería un ser humano admirable, alguien a quien nos gustaría parecernos, alguien en el que se viesen reflejados nuestros sueños y anhelos más puros; surge así la figura del héroe un ser humano que destaca no tanto por sus habilidades extraordinarias sino sobre todo por un sentido de la justicia a prueba de bomba y que le permitirá sobrepasar las dificultades más terribles. El cine, la literatura y el cómic nos han dado cientos de estos personajes y a los cuales una parte nuestra gustaría emular. Harry Potter es un héroe y luchará encarnizadamente contra las fuerzas del mal personificadas en su eterno rival Voldemort, estamos pues ante la lucha del bien contra el mal tantas veces versionada y adaptada, pero la explosiva combinación de aventura, fantasía, misterio, amistad y amor han otorgado al mundo creado por Rowling su particular personalidad. Si bien las ocho películas no han acabado de ser, en sus diferentes adaptaciones, el reflejo más fiel de los libros lo importante es el mensaje que deja tras de sí esta serie de aventuras con la que tantos adolescentes han crecido.

Enseñanzas con moraleja

A lo largo de las aventuras de Harry podemos ver todo un elenco de anécdotas que aparte de su aportación a la historia nos hace sentirnos identificados con los problemas de sus personajes.

Un claro ejemplo de ello es el Espejo de Oesed, un espejo que refleja los deseos más íntimos de aquel que se ve reflejado en él y que por ello tiene el peligro de hacer que la persona quede perpetuamente observando una fantasía. “El hombre más feliz del mundo se vería en el espejo de Oesed tal cual es” dice Dumbledore el director de Hogwarts. Vemos en este caso un maravilloso ejemplo de cómo la autora nos anima a ser auténticos y plasmar nuestros sueños por un lado y por otro el tener la capacidad de ser feliz con pocas cosas ensalzando valores como la austeridad y la humildad tan olvidados hoy en día en una sociedad que asocia la felicidad al consumismo.

Uno de los elementos más apreciados esta saga es el ensalzamiento que se hace de la amistad, y como la historia transcurre a lo largo de siete años se ve también la evolución de los personajes a lo largo de este periodo, llama la atención el caso de Neville que en los primeros años es el más torpe e inútil de su promoción, pero gracias a su lealtad por sus amigos y a explotar los puntos fuertes que posee le permitirán en el tramo final pelear en primera línea y ser determinante en el curso de la historia. Neville es la imagen misma del compañerismo y superación.

Desde el segundo libro la autora aborda un tema tan áspero como el elitismo o clasicismo donde podemos observar cómo un grupo de magos se creen mejores que los nacidos de familias muggles (aquellos que no poseen ninguna habilidad mágica), refiriéndose a ellos como los sangre sucia. La mejor muestra de que el auténtico mérito de una persona está en ella misma y no en su origen o circunstancias se ve en el caso de Hermione, nacida en familia muggle y sin duda la mejor de su promoción.

Una de las formas en que Rowling ridiculiza el materialismo y consumismo de las personas se ve conceptualizado en la chistosa figura del primo de Harry, Dudley. Él es un exagerado caso del niño malcriado y consentido que termina volviéndose violento. Tanto será el egoísmo que llega a tener este personaje que llegará a sentirse triste por recibir “solo” 35 regalos de cumpleaños aunque por fortuna los golpes de la vida hacen que rectifique y termine reconciliándose con Harry. Del lado opuesto vemos a Harry que cuando dispone de dinero lo que le hace más feliz es compartirlo con su amigo Ron o donar el premio del torneo de magia a los hermanos gemelos de éste.

Lejos de ser libros estrictamente infantiles, no todos los personajes caen el tópico de “buenos” o “malos” sino que hay una amplia gama de claroscuros y grises. En esta atmósfera la autora nos da otra enseñanza moral cuando Harry descubre su capacidad de hablar parzel, la lengua de las serpientes y tradicionalmente vinculado este conocimiento a los magos negros; en esta ocasión, y otra vez por medio de Dumbledore, Harry aprenderá que el conocimiento no es malo en sí, sino el uso que se hace de éste.

Otro punto sutil que nos muestra Rowling es el tema del miedo, expresado de forma diferente en cada ser humano y tratado de forma muy visual en el tercer libro cuando Harry y sus amigos tienen que enfrentarse a un boggart, un elemental que adopta la forma de aquello que la persona más teme, curiosamente el caso contrario del espejo de Oesed. El profesor de defensa contra las artes oscuras, Lupin, les dará una lección vital al enseñarles que para vencer el miedo tienen que aprender a aceptarlo, convivir con él e incluso reírse de aquello que les trastorna.

Otra forma de vencer obstáculos y problemas es llamando a las cosas por su nombre, de ahí que Lord Voldemort el villano de la serie prohíba a todo el mundo nombrarle directamente y por ello Harry y Dumbledore no tendrán ningún remordimiento en no sólo nombrarlo sino en emplear el verdadero nombre de su enemigo, Tom Riddle.

Elementos simbólicos

Uno de los personajes más relevantes a lo largo de toda la serie es Dumbledore, el maestro de Harry y director de la escuela de magia Howarts. Dumbledore encarna el prototipo de sabio y es obvio que la autora se ha inspirado en las figuras de otros renombrados magos como Merlín o Gandalf, en más de una ocasión J.K.Rowling se inspira en Tolkien y en cuanto a la mitología artúrica hace alusión a ella citando directamente a Merlín por no decir que el cuarto libro es Harry Potter y el Cáliz de fuego. El paralelismo con el grial artúrico es más que evidente, si bien su finalidad en la saga de Harry es diferente. El cáliz de fuego hace una selección entre los alumnos de Howarts para el torneo de campeones, mientras que el grial sagrado solamente puede ser alcanzado por los caballeros puros de corazón, en ambos casos vemos un elemento mágico de extraordinarias propiedades que selecciona a aquel que está preparado para utilizarlo. Esta misma situación ocurrirá con la espada de Godric Gryffindor o con las varitas mágicas que reaccionan ante alguien adecuado para usarlas. ¿Acaso Excalibur no selecciona también quien será el futuro rey de Inglaterra?

En el transcurso de la serie de libros se hacen constantes guiños a personajes reales e históricos, así se cita a los alquimistas Paracelso y Nicolás Flamel o a la filósofa del siglo XIX H.P.Blavatsky que aparece citada en el tercer libro de la saga. En el caso de Nicolás Flamel no se le nombra por coincidencia pues su historia está directamente asociada a la piedra filosofal, elemento alquímico que no solo representa la capacidad de transformar el plomo en oro y conseguir la vida eterna sino que además simboliza un proceso de evolución pues implica que para conseguir dicha transformación uno también debe cambiar interiormente y transformar el plomo de sus defectos en el oro de sus virtudes. Incluso se citan restos arquitectónicos y pueblos de la antigüedad vinculándolos a la magia, por ejemplo se cita que en Egipto habían magos.

Se nombra también a Casandra, la princesa troyana que tenía la capacidad de predecir el futuro.

Rowling adopta muchos elementos de la mitología como el hipogrifo o el fénix, este último se haya presente en múltiples culturas, representa el proceso de reencarnación del alma humana, el pájaro renace de sus cenizas transformándose en uno distinto pero manteniendo su esencia.

Hay sirenas, fantasmas y lechuzas que en la Grecia clásica vinculaban a Atenea, diosa de la sabiduría y de la guerra interior. La serpiente acostumbra a tener en la saga un significado peyorativo, sin embargo como elemento representativo del conocimiento aparece desde en el caduceo de Hermes hasta en el símbolo de las farmacias.

Parvati una de las compañeras de clase de Harry es el nombre de una deidad hindú, por otra parte Nagini la terrible serpiente de Voldemort es el nombre que en la India reciben las esposas de los reyes serpiente o Nagas, estas mujeres serían mitad mujer mitad serpiente por lo que la elección de este nombre no es mera coincidencia.

El rayo de Odín y Zeus aparece grabado en la frente de Harry, del mismo modo nuestro héroe actuará con la misma contundencia, velocidad y determinación cuando se ve acosado por los peligros, sacando lo mejor de sí cuando es más necesario.

Y en ralidad, a lo largo de 7 libros encontramos numerosos simbolos de diferentes naturalezas, pero más vale dejar algo por descubrir y leer la saga.

El éxito comercial de la marca Harry Potter es indiscutible, pero más allá de los apabullantes datos lo que nos queda para la posteridad es una historia que tiene todos los elementos de convertirse en un  clásico y que ha hecho que muchos niños y jóvenes adquiriesen afición por la lectura. En realidad esta saga ha encandilado no solo a los más jóvenes, sino a muchos adultos que también se han dejado llevar por la magia de la saga, en la que indiscutiblemente todos nos podemos sentir identificados y a la vez rememorar las más fantásticas aventuras solo con abrir las páginas de estos libros.


FUENTE: www.revistaesfinge.com (por Santiago Ures)

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