martes, febrero 16, 2016
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Una pequeña isla ubicada entre Venecia y Lido en la Laguna de la misma ciudad, de no más de un kilómetro y dividida por un canal en su interior, nos muestra que todavía hay lugares en este mundo que paralizan, nos atemorizan y sobre los que aun no encontramos respuesta.
La primera vez que se escuchó hablar de esta isla fue hace mas de 1.500 años, cuando los habitantes de los pueblos cercanos huyeron de los ataques de los bárbaros, luego esta isla obtendría mayor relevancia y sería poblada durante los próximos siglos.
Pero la muerte llegaría a esta diminuta ínsula. La plaga que se desató por Venecia hacia principios del siglo XIV se hacía más fuerte, y es así como cada muerto, infectado o vinculado a la peste fue llevado a Poveglia para ser abandonados a su suerte. Entre los millares de cadáveres, siempre se podían escuchar unos cuantos gemidos de los que aún no habían muerto, esperando sufrir su horrible destino. Se cree que alrededor de 160.000 hombres, mujeres y niños fueron llevados a la isla. Es difícil imaginar el miedo y la angustia que estas víctimas debían haber sentido cuando morían. Para purificar el lugar, posteriormente serían quemados para evitar la propagación de la peste. Cerca de 1.000.000 de personas murieron en este lugar, por lo que se le otorgó el apodo de la Isla de la Muerte.
Pero el terror de este lugar no acabaría aquí. Para el año 1922 se crearía un establecimiento psiquiátrico que tenía como función re-utilizar este sector. Desde un principio, enfermeros y doctores hablaron de fantasmas que rondaban el asentamiento y sus alrededores, pero fueron ignorados. Sin embargo, las acciones del director del manicomio no ayudaron para calmar el ambiente de esta tétrica isla: experimentos en los pacientes, con torturas y acciones médicas tales como trepanaciones y lobotomías ayudaron a incrementar la horrorífica fama del lugar.
El hospital psiquiátrico se cerraría luego de difundirse que el director se suicidó al lanzarse desde el campanario. Él había afirmado que los “fantasmas” lo buscaban.
La isla fue clausurada hasta que una familia adinerada pagó por el terreno. La familia todavía es propietaria, pero no la habita, ya que la única noche que pasaron en el recinto vivieron una experiencia que todavía al día de la fecha no se atrevieron a revelar. Solo se confirmo que su hija habría salido herida en el rostro, siendo intervenida con 14 puntadas.
Después de lo sucedido con aquella familia, varios psíquicos visitaron la isla en busca de signos de actividad paranormal, relatando que todo el tiempo sentían una atmósfera densa, pesada y oprimente, que tenían la sensación de que alguien les respiraba en el cuello, que a veces se cruzaban sombras con forma humana y, que podían escuchar alaridos y gemidos, como si, además de almas en pena, los horrendos sucesos del pasado hubiesen quedado estampados en el plano astral, repitiéndose una y otra vez, como ecos en una oscura habitación.
Abundan así las historias, no solo de psíquicos sino de buscadores de aventuras que han comprobado en carne propia la ruptura entre el más acá y el más allá que existe en Poveglia. Tal fue el paradigmático caso de un grupo que se adentró en el hospital y allí, entre las paredes deterioradas por el paso del tiempo, escucharon con claridad a una voz sin fuente alguna que, en tono disgustado y contundente, les dio esta orden: "Salgan inmediatamente y no vuelvan".
Hoy en día solo se utiliza aquel sitio como viñedo, pero ningún barco, transportador ni pesquero se atreve a acercarse. Las campanas aun suenan y la visiones de espíritus todavía se comentan.
Con el paso del tiempo, se ha intentado limpiar la imagen de esta isla, extendiendo rumores de que en Poveglia no se instaló ningún hospital mental, y que tampoco fue utilizada para albergar cadáveres, ya que en realidad era un lugar de retiro. Pero por desgracia, el horror y la muerte no se pueden ocultar.
FUENTE: guioteca.com, pasarmiedo.com
Posted in: Artículos,Fantasmas,Leyendas urbanas
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