Esto sucedió en Madrid (España). Era noche cerrada, y un hombre tomó como cada madrugada el metro para volver a su casa. Pero esa noche en particular seria muy distinta a las demás. Al entrar observo el vagón en total silencio y completamente vacío. Ni un alma rondaba en aquel transporte.
Aunque luego de un tiempo se percato de que allí en el fondo estaba una joven rubia con la cabeza agachada leyendo un libro y dos hombres vestidos de negro en el asiento de atrás. Tal vez el cansancio había engañado sus sentidos al principio, ya que aparecieron de un momento para el otro y ni siquiera pudo darse cuenta. Para no estar solo el protagonista de esta pequeña historia se sentó frente a la muchacha que permanecía absolutamente callada al igual que sus acompañantes.
Unas paradas más adelante subió un sujeto con gabardina y gafas negras las cuales impedían el contacto visual directo. Todos sabemos que a esas horas de la noche la gente suele observar intentando estudiar las características de cada individuo, tal vez para anticipar una posible situación de una persona desgraciada que quisiera poner en riesgo sus vidas, es el instinto humano de supervivencia. El misterioso hombre se dirigió hacia él con las siguientes palabras:
No diga nada, pero en la siguiente estación usted se bajará conmigo...
Asustado le hizo caso e inmediatamente al descender el enigmático personaje de la gabardina le comentó:
Le he hecho bajar porque la mujer que estaba sentada frente usted estaba muerta, y los hombres que la acompañaban la sujetaban para que no cayera. Hoy en día me da miedo viajar solo en el metro...
AUTOR: Ouija
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