lunes, 24 de junio de 2013

Qué es un Dybbuk? - Artículos


Un Dybbuk es un espíritu maligno capaz de poseer otras criaturas (en el folclore judío) y se cree que es el alma en pena de un muerto. Es solo energía no posee una forma corpórea y carece de género sexual.

Se dice que los dybbuks escaparon del Gehena (término hebreo traducido algunas veces como "infierno"), o que fueron expulsados de éste por cometer transgresiones tales, que el alma no podía ser admitida ahí, como el suicidio.

La palabra dibbuk se deriva del hebreo דיבוק que significa "adhesión" o "aferrarse".

El Dybbuk se adhiere al cuerpo de una persona viva y lo habita. De acuerdo con la creencia, un alma que no pudo cumplir su misión durante su vida, tiene una segunda oportunidad de hacerlo en la forma de un Dybbuk. Amén de lo anterior, dybbuk forma parte de algunas frases que sirven mejor a la comprensión de la palabra en sí (funcionando como un apócope o una abreviatura), tales como dibbuk me-ru'aḥ ra'ah (que se traduce como una hendidura de un espíritu maligno) o dibbuk min ḥa-hiẓonim (dibbuk del exterior) cuando se encuentra en una persona. Supuestamente deja el cuerpo del anfitrión una vez que ha cumplido su objetivo, a veces siendo exorcizado por alguien calificado para llevar a cabo este proceso.

Las primeras referencias a este término aparecen por primera vez en varias escrituras del siglo XVI, aunque fuera ignorado por los estudiosos cuando Shloime Anski presentó su obra teatral "El Dybbuk" ante los círculos literarios de su tiempo. Los testimonios más tempranos (tal como lo dice Flavio Josefo) de dybbuk, eran de posesión demoníaca más que por fantasmas o fenómenos paranormales.

Los dibbuks son una de las varias formas de transmigración del alma en la mitología judía.

A pesar de que la mayoría de las veces es maligno, hay circunstancias en las que entidades benévolas acuden en el auxilio de alguien que está pasando una situación difícil, a este fenómeno le llaman Ibbur o misterio de impregnación, es una posesión por un espíritu positivo capaz de guiar a la persona extraviada en el sendero de la vida.

Una entidad que cuando encarnada ha luchado y salido airosa de las vicisitudes asiste a quienes necesitan ayuda y cuando la persona logra salir del pozo o consigue lo que busca, el espíritu salvador abandona el cuerpo. Puede pasar que en ese momento quien ha recibido el auxilio se sienta vacío, con una ausencia en su interior pero no deben ponerse mal por ello sino alegrarse de que una energía guía los haya socorrido y es señal de que a partir de entonces son capaces de luchar con sus propios medios.

El gilgul (Yidis גלגול הנשמות), traducido literalmente como "el balanceo", echa la idea que un alma debe sobrevivir muchas vidas a las que pasa cuando un alma honrada posee temporalmente un cuerpo. Esto siempre se hace con el consentimiento del Oriente.

Se piensa también que el Dybbuk es una alma errante que puede apoderarse de quienes no tienen el espíritu y el cuerpo totalmente conectados, a raíz de algún problema emocional o psicológico. Esa rendija entre lo corpóreo y lo etéreo es espacio suficiente para que el Dybbuk pueda ingresar y dominar la entidad de la persona. Otra razón de posesión podría ser que el individuo en cuestión esté atravesando una situación semejante a la que el Dybbuk ha experimentado en vida y éste vea la oportunidad propicia para terminar lo que ha quedado pendiente.

La Kabbalah, texto místico del judaísmo, relata sobre los Dibbukyn (Dibbuk en plural) y especifica la forma de exorcizarlos, según estos escritos este demonio puede ser ahuyentado mediante la música ceremonial tocada con un cuerno de carnero, por otro lado alerta que cuando todo objeto que suena con el viento produce alguna melodía es señal que un Dibbuk está merodeando los alrededores.

El exorcismo judío para alejar al Dibbuk debe realizarse por un rabino experto en la Kabbalah junto a 10 personas capaces de soportar la experiencia y que puedan formar un círculo santo de protección alrededor del poseído mientras repiten los textos sagrados.

Todos deben recitar el Salmo 91 tres veces mientras el rabino hace sonar el shofar (cuerno de carnero), este sonido desorientará a la entidad y será posible la comunicación en donde se le pedirá que abandone el cuerpo que no le pertenece y se le indicará el camino a seguir para su propia salvación.

Fuente: Wikipedia, sobreleyendas.com

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