
lunes, noviembre 21, 2016

estebanlc_rock
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Todo comenzó hace algún tiempo, cuando mi familia y yo compramos una casa antigua. Mientras la recorríamos mi hija escogió la que sería su nueva recamara. En ella había una pequeña muñeca de trapo tirada en una esquina, llena de polvo y cubierta por telarañas.
Me dispuse a arreglarla, quedo preciosa con su pequeño vestido, su cabello rojo y sus ojos negros. A mi niña le encantó, por lo que decidí obsequiársela.
Días después mi princesa ya no era la misma, se comportaba distinta, no nos hablaba y odiaba a sus juguetes, les arrancaba sus cabezas y brazos... la única que dejó intacta fue a la muñeca pelirroja.
Una mañana, mientras estaba...