martes, 23 de febrero de 2016

The Holder of Ambition (El Portador de la Ambición) - Historias de terror y Creepypastas



En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o centro de reinserción social donde puedas ir por ti mismo. Cuando llegues al escritorio principal, pregunta por visitar a aquel que se hace llamar The Holder of Ambition. El sonido que saldrá de la boca del trabajador será tan leve y delatará tan poca reacción, que en un principio, es posible que ni siquiera sea seguro de que sus palabras fueran escuchadas. Toda duda se resolverá cuando seas guiado hacia una escalera iluminada por muchas ventanas.

En la parte superior de la misma, el empleado te dejará continuar el trayecto solo. Te encontrarás de pie al comienzo de un pasillo extrañamente tranquilo. Si ves una sombra viajar por la pared, no la sigas, porque es la única cosa que te conducirá hacia donde no deseas ir: un lugar lleno de silenciosos miedos y fracasos, del que no hay retorno alguno. No importa qué forma tome aquella sombra, como alivie y burle tus sueños con los mayores deseos y esperanzas, ni siquiera dejes a tus ojos tentarte hacia donde te encaminen. Si llegas al final del pasillo, sin perder de vista tu meta, verás una puerta sin cerradura, manilla o restricción, esperando por ti con una suave luz.

Esta es tu primera y única chance de escapar sin enfrentar al Portador de la ambición y a la búsqueda de su objeto. Si ese es el curso de acción que deseas tomar solo camina de vuelta por donde viniste sin husmear por los alrededores o mirar en otros cuartos, no vaya a ser que descubras que esconde aquella seductora sombra.

Si entras por la puerta, encontrarás un cuarto iluminado por ventanas que cubren toda la amplitud de las paredes, muy altas para llegar, y brillan con una luz que parece estar lejos de ser natural como la del sol y la luna. En el centro del cuarto se encontrará de pie un hombre alto, aparentemente saludable y desnudo, mirando hacia la luz. Veras que su cuerpo está cubierto de incontables tatuajes y cicatrices, solo su rostro es reconocible como carne humana inalterada. Si miras donde él mira, no verás nada, y no aprenderás nada. Él no reaccionará a ninguna acción o palabras más que la siguiente pregunta: ¿Qué los une a todos?.

El hombre se dará vuelta a mirarte directamente a los ojos. No contemples su mirada, o te perderás en su desalmados ojos por la eternidad, si es que no estás preparado. Si puedes encontrar su mirada sin el menor rastro de duda de tus intenciones, comenzará a hablar en voz baja. El tono será cómico y contará una historia como si no significara nada en absoluto. No debes perderte ninguna palabra, ya que olvidar este conocimiento podría causar que falles de la peor forma posible, esta historia es tu preparación. Escucha cuidadosamente y recuerda cada detalle. Cuando termine de hablar, se agarrará del pecho y se arrancará la sutura restante de una de sus más notorias cicatrices que comenzará a sangrar profusamente. Cuando las últimas suturas hayan sido retiradas te las ofrecerá pronunciando sus palabras finales a través de su propia sangre brotante: “… Escoger el buscarlos, lleva a un destino inevitable”.

Este grupo de suturas es el Objeto 10 de 538. El cómo los uses depende de lo que oigas.

1 comentarios:

edgardo dijo...

Buen relato, interesante, y quedaría genial
para un vídeo juego o cosa semejante

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