miércoles, 13 de julio de 2016

Las 5 desapariciones del Triángulo de Bennington - Artículos



La zona conocida como el “Triángulo de Bennington” a raíz de las desapariciones que se produjeron en ella, se encuentra en Vermont, EE.UU. Es una zona muy boscosa próxima al monte Glastebury que forma parte del Green Mountain National Forest. A partir de 1920 se habló de la evanescencia de varias personas, pero fue entre 1945 y 1950 cuando desaparecieron cinco y, excepto en un caso, nunca se ha vuelto a saber nada de ellas. Un periodista local, Joseph A. Citro documentó y escribió sobre estas desapariciones y la zona que denominó el Triángulo de Bennington.

Caso por caso

1. El primero en desparecer en noviembre de 1945 fue Middie Rivers, experto cazador y conocedor de la zona, que estaba acompañando a un grupo de cazadores en una excursión cuando se adelanto solo. Nunca se le volvió a ver. Los grupos de búsqueda únicamente encontraron un cartucho que le pertenecía en el lecho del río. El sector en el que se evaporó se conoce como “el Camino Largo”.

2. Aproximadamente un año después, en diciembre de 1946, desapareció la joven de 18 años Paula Welden. Una pareja de ancianos la vio caminando por el “Camino Largo” y también se sabe que preguntó el camino a otro excursionista un rato antes. A pesar de que incluso el FBI participó en la búsqueda de la chica, jamás se encontró ninguna pista.

3. James Tedford desapareció en 1949, era un hombre mayor que vivía en el hogar para veteranos de Bennington. Había ido a visitar a unos familiares y volvía en autobús a finales de noviembre de ese año. En la última parada que efectuó el conductor, él estaba en su sitio sentado. Al llegar al destino, había desaparecido. Su equipaje estaba en el maletero y en su asiento, abierto, había quedado un horario de autobuses. Nunca más se supo de él. Se da la circunstancia de que su esposa había desparecido de su casa en Fletcher, Vermont, unos años antes cuando él estaba con el ejército. Se la vio dirigirse a un supermercado y jamás se supo nada de ella. A pesar de que él insistió, no se le hizo mucho caso cuando denunció la desaparición de su esposa. Se llevaban 18 años y las autoridades consideraron que posiblemente había huido.

4. En octubre de 1950 desapareció un niño de 8 años llamado Paul Jepson. Su madre cuidaba animales y lo dejó cerca de una pocilga jugando, mientras ella alimentaba a los cerdos. Lo perdió de vista una hora aproximadamente. Por más que lo buscaron no fue hallado. Al parecer, los perros rastreadores siguieron su pista hasta el “Camino Largo” del bosque del monte Glastebury. Allí el olor se perdió.

5. Frieda Langer era una mujer de 53 años que desapareció a finales de octubre del mismo año que el pequeño Paul. Este es el único caso en el que apareció el cuerpo meses después y en una zona en la que ya se había buscado muchas veces. Por el mal estado en que se encontró el cadáver no se pudo saber la causa de su muerte. La última vez que se la vio viva estaba de acampada con unos familiares y tras caer fortuitamente en el agua volvió al campamento para cambiarse de ropa. Su primo estuvo esperándola mucho rato hasta que regresó a la zona de tiendas para descubrir que ella nunca había vuelto.

Curiosamente, todas las desapariciones se dieron entre los meses de octubre y diciembre y esta zona era evitada por los indios americanos que únicamente la utilizaban como cementerio, ya que según el folclore popular creían que era el punto de encuentro de los 4 vientos y que en ella había una piedra encantada que se tragaba a cualquiera que la pisara.

No se sabe a ciencia cierta que ocurrió con estas personas, los lugareños hablan de extraterrestres o de un asesino en serie, aunque lo más posible es que cayeran en pozas y nunca más se les encontrase.



FUENTE: supercurioso.com

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